Datos y cifras
Se calcula que en 2015
murieron 1,3 millones de adolescentes, en su mayoría por causas prevenibles o
tratables.
Las lesiones por accidentes
de tránsito fueron la principal causa de mortalidad en 2012, con 330
adolescentes muertos al día.
Otras de las principales
causas de mortalidad entre los adolescentes son el VIH, el suicidio, las
infecciones de las vías respiratorias inferiores y la violencia interpersonal.
Cada año se registran en el
mundo 49 nacimientos por cada 1000 chicas de 15 a 19 años.
La mitad de todos los
trastornos de salud mental en la edad adulta empiezan a manifestarse a los 14
años, pero la mayoría de los casos no se detectan ni son tratados.
Aproximadamente uno de cada
seis habitantes del mundo es un adolescente, lo que significa que 1200 millones
de personas tienen entre 10 y 19 años.
La mayoría de los jóvenes
goza de buena salud, pero la mortalidad y la morbilidad entre los adolescentes
siguen siendo elevadas. Las enfermedades pueden afectar a la capacidad de los
adolescentes para crecer y desarrollarse plenamente. El consumo de alcohol o
tabaco, la falta de actividad física, las relaciones sexuales sin protección
y/o la exposición a la violencia pueden poner en peligro no solo su salud
actual, sino también la de años posteriores e incluso la salud de sus futuros
hijos.
Fomentar prácticas
saludables durante la adolescencia y adoptar medidas para proteger mejor a los
jóvenes contra los riesgos sanitarios es fundamental para la prevención de
problemas de salud en la edad adulta y para la futura infraestructura de salud
y social de los países.
Principales problemas de
salud
Embarazos y partos precoces
Las complicaciones
relacionadas con el embarazo y el parto son la segunda causa de mortalidad
entre las muchachas de 15 a 19 años en todo el mundo.
Aproximadamente el 11% de
todos los nacimientos a nivel mundial corresponden a mujeres de 15 a 19 años y
la mayor parte de ellos se registra en países de ingresos bajos y medianos. Las
Estadísticas Sanitarias Mundiales 2014 muestran que la tasa mundial de
natalidad de las muchachas de esa edad asciende a 49 por 1000 y, en función de
los países, oscila entre 1 y 229 por 1000. Esas cifras indican un marcado
descenso desde 1990, que se refleja asimismo en la disminución de las tasas de mortalidad
materna de las mujeres de 15 a 19 años.
Una de las metas específicas
del Objetivo de Desarrollo Sostenible relacionado con la salud (ODS 3) consiste
en garantizar, de aquí a 2030, el acceso universal a los servicios de salud
sexual y reproductiva, incluidos los de planificación familiar, información y
educación, y la integración de la salud reproductiva en las estrategias y los
programas nacionales. Con miras a ello, uno de los indicadores propuestos con
respecto a la Estrategia Mundial para la Salud de la Mujer, el Niño y el
Adolescente es la tasa de natalidad entre las adolescentes.
La ampliación del acceso a
información y servicios de anticoncepción puede hacer que disminuya el número
de jóvenes que quedan embarazadas y dan a luz a una edad demasiado temprana.
También puede ser útil adoptar y hacer aplicar leyes que prohíban contraer
matrimonio antes de los 18 años.
Las jóvenes que quedan
embarazadas deben poder recibir una atención prenatal de calidad. Cuando la ley
lo permita, las embarazadas que decidan poner término a su embarazo han de tener
acceso a un aborto seguro.
VIH
Más de dos millones de
adolescentes viven con el VIH. Aunque el número total de muertes relacionadas
con el VIH ha disminuido un 30% con respecto al nivel máximo registrado en
2006, las estimaciones disponibles indican que las defunciones por VIH entre
los adolescentes están creciendo. Ese aumento, registrado principalmente en la
Región de África de la OMS, puede deberse a que, a pesar de ser mayor el número
de niños con VIH que sobreviven y llegan a la adolescencia, no todos reciben
entonces la atención y el apoyo que necesitan para mantenerse sanos y prevenir
la transmisión. En el África subsahariana solo el 10% de los varones y el 15%
de las mujeres de 15 a 24 años conocen su estado serológico.
Una de las metas específicas
del ODS relacionado con la salud (ODS 3) consiste en poner fin, de aquí a 2030,
a las epidemias de sida, tuberculosis, malaria, enfermedades tropicales
desatendidas, hepatitis, enfermedades transmitidas por el agua y otras
enfermedades transmisibles. Habida cuenta de su alta tasa de incidencia, para
ello será necesario que los esfuerzos de control se centren en los
adolescentes.
Los jóvenes tienen que saber
cómo protegerse y disponer de los medios para ello. Entre otras cosas, han de
poder conseguir preservativos para evitar la transmisión del virus, y agujas y
jeringuillas limpias en el caso de los consumidores de drogas inyectables.
También se precisa un mayor acceso a pruebas de detección del VIH y
asesoramiento sobre el tema, así como el establecimiento subsiguiente de
vínculos más estrechos entre las personas que dan positivo en las pruebas de
detección del VIH y los servicios de tratamiento del virus.
Otras enfermedades
infecciosas
Gracias a las mejoras
registradas en la vacunación infantil, la mortalidad y morbilidad por sarampión
entre los adolescentes han descendido de manera notable, en particular, en un
90% en la Región de África entre 2000 y 2012. Sin embargo, la diarrea, las
infecciones de las vías respiratorias inferiores y la meningitis figuran entre
las 10 causas principales de mortalidad en el grupo de 10 a 19 años.
Salud mental
La depresión es la principal
causa de morbilidad y discapacidad entre los adolescentes y el suicidio es la
tercera causa de defunción. La violencia, la pobreza, la humillación y el
sentimiento de desvalorización pueden aumentar el riesgo de padecer problemas
de salud mental.
Propiciar el desarrollo de
aptitudes para la vida en los niños y adolescentes y ofrecerles apoyo
psicosocial en la escuela y otros entornos de la comunidad son medidas que
pueden ayudar a promover su salud mental. Si surgen problemas, deben ser
detectados y manejados por trabajadores sanitarios competentes y con empatía.
Violencia
La violencia es una causa
importante de mortalidad. Se calcula que todos los días mueren 180 adolescentes
como consecuencia de la violencia interpersonal. Aproximadamente una de cada
tres defunciones de varones adolescentes registradas en países de ingresos
bajos y medianos en la Región de las Américas de la OMS se debe a la violencia.
A nivel mundial, el 30% de las mujeres de 15 a 19 años sufren violencia por
parte de su pareja.
Fomentar relaciones de
atención y cariño entre padres e hijos en una etapa temprana de la vida,
propiciar el desarrollo de aptitudes para la vida y reducir el acceso al
alcohol y las armas de fuego puede contribuir a prevenir la violencia.
Asimismo, ofrecer a los jóvenes supervivientes de actos de violencia una
atención eficaz y empática puede ayudarlos a superar las secuelas físicas y psicológicas.
Alcohol y drogas
El consumo nocivo de alcohol
entre los adolescentes preocupa cada vez más a muchos países, ya que reduce el
autocontrol y aumenta los comportamientos de riesgo, como las relaciones
sexuales no protegidas o comportamientos peligrosos en la carretera. Es una de
las principales causas de lesiones (incluidas las provocadas por accidentes de
tránsito), violencia (especialmente por parte de la pareja) y muertes
prematuras. Además, puede provocar problemas de salud en una etapa posterior de
la vida e influir en la esperanza de vida.
Fijar una edad mínima para
comprar y consumir alcohol y regular la forma en que se promocionan las bebidas
alcohólicas para el mercado de los jóvenes son algunas de las estrategias que
pueden ayudar a reducir el consumo nocivo de alcohol. El consumo de drogas
entre los jóvenes de 15 a 19 años también es preocupante.
Traumatismos
Las lesiones involuntarias
son una de las principales causas de mortalidad y discapacidad entre los
adolescentes. En 2012, unos 120 000 adolescentes murieron como resultado de
accidentes de tránsito. Los jóvenes conductores necesitan asesoramiento sobre
seguridad vial, y al mismo tiempo hay que aplicar con rigor las leyes que
prohíben conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas. Es preciso
asimismo fijar unas tasas de alcoholemia más bajas para los conductores
adolescentes y se recomienda establecer permisos progresivos para conductores
noveles con tolerancia cero para el alcohol al volante.
Los ahogamientos son también
una de las principales causas de mortalidad entre los adolescentes. Así, en
2012 murieron ahogados 60 000 adolescentes, de los que dos terceras partes eran
varones. Por tanto, una intervención útil para prevenir esto es enseñar a los
niños y los adolescentes a nadar.
Malnutrición y obesidad
Muchos niños y niñas de
países en desarrollo padecen desnutrición cuando llegan a la adolescencia, lo
que los hace más propensos a contraer enfermedades y morir a una edad temprana.
El número de adolescentes con exceso de peso u obesidad está aumentando tanto
en los países de ingresos bajos como altos.
Actividad física y nutrición
Los datos de encuestas
disponibles indican que menos de uno de cada cuatro adolescentes sigue las
directrices recomendadas sobre actividad física, que consisten en hacer
ejercicio de moderado a intenso todos los días durante 60 minutos.
La anemia provocada por la
falta de hierro afecta tanto a las niñas como a los niños y es la tercera causa
de años perdidos por muerte y discapacidad. Los suplementos de hierro y ácido
fólico ayudan a mejorar la salud antes de que los adolescentes se conviertan en
padres, y se recomienda administrar regularmente a los adolescentes un
tratamiento vermífugo en aquellas zonas con presencia frecuente de helmintos
intestinales, como los anquilostomas.
Desarrollar en la adolescencia
unos buenos hábitos de alimentación sana y ejercicio físico es fundamental para
gozar de una buena salud en la edad adulta. Asimismo, reducir la
comercialización de alimentos ricos en grasas saturadas, ácidos grasos trans,
azúcares libres o sal, y ofrecer acceso a alimentos sanos y oportunidades de
hacer ejercicio son medidas importantes para todos, pero en particular para los
niños y los adolescentes.
Consumo de tabaco
Casi todas las personas que
consumen tabaco hoy en día comenzaron a hacerlo cuando eran adolescentes.
Prohibir la venta de productos de tabaco a menores, subir el precio de esos
productos gravándolos con impuestos más altos, prohibir la publicidad del
tabaco y garantizar la existencia de entornos libres de humo es sumamente importante.
A nivel mundial, al menos uno de cada diez adolescentes (de 13 a 15 años)
consume tabaco, y en algunas regiones esa cifra es mucho mayor. En algunos
países de ingresos altos, parece que está disminuyendo el consumo de
cigarrillos entre los adolescentes más jóvenes.
Derechos de los adolescentes
Los derechos del niño
(persona de 0 a 17 años) a sobrevivir, crecer y desarrollarse se recogen en
diversos instrumentos jurídicos internacionales. En 2013, el Comité de los
Derechos del Niño, encargado de vigilar el cumplimiento de la Convención sobre
los Derechos del Niño, publicó directrices sobre el derecho de los niños y los
adolescentes al goce del grado máximo de salud que se pueda lograr. Asimismo se
está elaborando una Observación general sobre la realización de los derechos de
los niños durante la adolescencia.