martes, 17 de enero de 2017

LA MARIHUANA

La marihuana es una de las drogas más usadas en el mundo. Existe una brecha cada vez mayor entre los últimos descubrimientos científicos sobre la marihuana y los mitos que la rodean. Algunas personas creen que ya que es legal en algunos lugares, debe ser segura. Pero tu cuerpo no sabe distinguir entre una droga legal y una droga ilegal. Sólo sabe el efecto que la droga crea una vez que la has tomado. El propósito de este folleto es aclarar algunos de los malentendidos acerca de la marihuana.

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La marihuana proviene de la planta de cáñamo de la India, y la parte que contiene la “droga” se encuentra principalmente en las flores (comúnmente llamados “cogollos”) y en menor cantidad en las semillas, hojas y tallos de la planta.

El uso de la marihuana como sustancia psicoactiva (que altera el sistema nervioso central y altera la conciencia), no es nuevo. Es más, su uso es ancestral (nuestros antepasados la usaban) ya que existe desde muchos años antes de Cristo. Muchas tribus indígenas la usaban en sus rituales como un agente adivinatorio, para sedar el dolor e incluso, esta planta se usaba (todavía) para fabricar telares y papel. Pero más allá de que hasta pueda usarse para preparar platillos en la cocina, el consumo de la marihuana (o “maría”, “bareta”, “mota”,  como se le conoce comúnmente) es ilegal y puede tener consecuencias físicas y emocionales.
Hay más de 400 sustancias químicas en la marihuana y el hachís. El químico que causa intoxicación o el “viaje” en los usuarios se denomina THC (abreviatura de tetrahidrocannabinol). El THC crea los efectos que alteran la mente que clasifican a la marihuana como “droga”.

Las plantas, como los animales, tienen rasgos que los protegen en la naturaleza. Las plantas pueden tener colores o patrones que les brindan camuflaje de otros depredadores, o pueden contener venenos o toxinas que, cuando se comen, hacen que los animales se enfermen o alteran su capacidad mental, poniéndolos en riesgo en la naturaleza. El THC es el mecanismo protector de la planta de marihuana.

Intoxicación significa literalmente “envenenamiento al ingerir una sustancia tóxica en el cuerpo”. Cualquier sustancia que intoxica causa cambios en el cuerpo y la mente. Puede crear adicción o dependencia, causando que una persona quiera tomar esa droga incluso si le daña.
Los efectos inmediatos al fumar marihuana incluyen taquicardia, desorientación, falta de coordinación física, a menudo seguidos por depresión o somnolencia. Algunos consumidores sufren ataques de pánico o ansiedad.

Pero el problema no acaba ahí. De acuerdo a estudios científicos, el ingrediente activo del cannabis, el THC, permanece en el cuerpo durante semanas o incluso meses.

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El humo de la marihuana contiene de 50% a 70% más de las sustancias que causan cáncer que el humo del tabaco. Un estudio de investigación importante informó que un solo porro de cannabis puede causar tanto daño a los pulmones como cinco cigarrillos fumados uno tras otro. Los que han fumado marihuana durante mucho tiempo a menudo sufren de bronquitis, una inflamación del tracto respiratorio.

La droga puede afectar no sólo tu salud física. Estudios hechos en Australia en 2008 asociaron los años de uso intensivo de marihuana con anormalidades del cerebro. Esto está respaldado por una investigación anterior sobre los efectos a largo plazo de la marihuana, la cual indicó cambios en el cerebro, similares a aquellos causados por el consumo prolongado de otras drogas mortales. Y varios estudios han mostrado una conexión entre el uso continuo de la marihuana y la psicosis.

La marihuana puede cambiar la estructura de las células del esperma, deformándolas.

Por tanto, incluso pequeñas cantidades de marihuana pueden causar esterilidad temporal en los hombres. El uso de la marihuana puede también alterar el ciclo menstrual de una mujer.

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Los estudios muestran que las funciones mentales de las personas que han fumado grandes cantidades de marihuana tienden a disminuir. El THC en el cannabis afecta las células nerviosas del cerebro, afectando la memoria.

El cannabis es una de las pocas drogas que causan la división anormal de la célula, lo cual conduce a graves defectos hereditarios. Una mujer embarazada que fuma regularmente marihuana o hachís puede dar a luz prematuramente, a un bebé de menor tamaño y con menos peso de lo normal. En los últimos 10 años, muchos hijos de adictos a la marihuana han nacido con una iniciativa reducida y capacidades disminuidas en cuanto a concentrarse y buscar las metas de la vida. Los estudios también sugieren que el consumo prenatal (antes del nacimiento) de la droga puede resultar en defectos de nacimiento, anormalidades mentales y un mayor riesgo de leucemia (cáncer de médula ósea) en los niños.

1- Afecta al cerebro a corto plazo

Como se ha explicado anteriormente, el principio activo de la marihuana (THC) se une a los receptores cannabinoides, lo cual desencadena la liberación de dopamina del sistema de recompensa.

Todas las sustancias, acciones, objetos, etc. que puedan ser objeto de una adicción provocan este efecto.

2- Produce adicción psicológica

Debido al aumento de la liberación de dopamina en el sistema de recompensa, crea un efecto placentero que funciona como reforzador y hace que la persona que la consume sienta ganas de seguir tomándola.

3- No produce cambios cerebrales a largo plazo

A diferencia de otras drogas, como la heroína o la cocaína, no produce cambios cerebrales a largo plazo. Esto quiere decir que los cambios cerebrales descritos en el punto 1 son transitorios.

4- No produce adicción fisiológica

La adicción fisiológica se produce cuando el consumo prolongado de una sustancia produce cambios permanentes en el cerebro que crean un efecto de malestar cuando la persona lleva un tiempo sin consumir la sustancia (síndrome de abstinencia).

La marihuana no provoca este tipo de adicción, ya que no produce cambios cerebrales a largo plazo, de modo que las personas que consumen esta sustancia lo hacen para conseguir sus efectos positivos, no para paliar los efectos negativos de consumirla.

5- El consumo continuo y prolongado puede producir efectos conductuales no deseados

Aunque no provoca cambios a largo plazo en el cerebro, los cambios cerebrales que provoca perduran durante un tiempo en el cerebro (aproximadamente 2 horas). Por lo tanto, si se consume marihuana con una alta frecuencia al cerebro no le da tiempo a recuperarse entre toma y toma.

Esto es lo que ocurre algunos consumidores crónicos de grandes cantidades, en ellos el cerebro no llega a recuperarse y se produce el síndrome amotivacional. Este síndrome se caracteriza por una pérdida de interés y motivación para hacer cualquier cosa, incluso para practicas hobbies o hacer algo que la persona disfrutaba haciendo.

6- Provoca tolerancia

El cerebro se va acostumbrando a los cambios producidos por la marihuana y cada vez hacen falta dosis más altas de esta sustancia para que la persona note los mismos efectos, por lo tanto, va aumentando la dosis y la frecuencia, pudiendo llegar a convertirse en un consumidor crónico.

7- Su principal efecto es estimulante y sedante

Además de estos efectos, a bajas dosis puede provocar euforia, disminución de ciertos dolores (por ejemplo, oculares), disminución de la ansiedad, acentuación de la sensibilidad a los colores y a los sonidos, disminución de la memoria a corto plazo (recuerdos recientes), ralentización de los movimientos, estimulación del apetito y la sed y pérdida de conciencia del tiempo. A altas dosis puede llegar a inducir pánico, delirium tóxico y psicosis.

8- Puede favorecer la aparición de enfermedades asociadas con el hecho de consumirla fumándola

El hecho de consumirla fumada mezclada con tabaco favorece la aparición de enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco, como enfermedades respiratorias y cardiovasculares.



9- Puede inducir esquizofrenia si se empieza a consumir durante la adolescencia

En un estudio con ratas realizado por el Dr. Kuei Tseng se encontró que la administración de THC en ratas adolescentes provocaba un déficit en la maduración de las conexiones GABAérgicas del hipocampo ventral con la corteza prefrontal, lo cual provocaría una disminución del control de los impulsos.

Este déficit de maduración se encuentra también en los pacientes con esquizofrenia, pero no es la causa única del desarrollo de esta enfermedad. Para llegar a desarrollar esquizofrenia es necesario tener una predisposición genética y vivir en un determinado ambiente.

Por lo cual el mero hecho de consumir marihuana durante la adolescencia no puede provocar la esquizofrenia, pero si puede inducirla en personas con predisposición genética y aumentar las probabilidades de sufrirla.

10- Puede usarse como agente terapéutico

El cannabis presenta propiedades terapéuticas como ansiolítico, sedante, relajante, analgésico y antidepresivo.



Es recomendado en bajas dosis para numerosas enfermedades que causan dolor y ansiedad como la esclerosis múltiple, la fibromialgia, el dolor crónico o algunos tipos de cáncer.

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