El
sadismo (término derivado de Sade, escritor y filósofo francés del siglo XVIII)
alude, en general, a la obtención en una persona de placer derivado del dolor
de otro ser vivo. Aunque la obra literaria del marqués de Sade tiene
connotaciones principalmente sexuales, el sadismo no tiene un carácter
exclusivamente sexual.
Cuando
el sadismo tiene carácter predominantemente sexual es una parafilia, y consiste
en una forma de obtener excitación y placer sexual causando dolor físico o
humillación.
El sadismo implica impulsos sexuales y comportamientos que
implican actos reales, no simulados, con o sin el consentimiento de la víctima,
en los que el sufrimiento psicológico o físico y la humillación del sujeto
sometido es lo que genera la excitación sexual.
Los
actos sádicos pueden involucrar actividades que indican el dominio sobre la
víctima: obligarla a arrastrarse, encerrarla en una jaula, inmovilizarla
físicamente con cadenas, sogas o esposas, tenerla atada con los ojos vendados,
darle una paliza (pegarle, golpearla, azotarla de distintas maneras),
pincharla, morderla, quemarla con cigarrillos, aplicarle descargas eléctricas
con una picana, violarla, cortarla, intentar estrangularla para dejarla sin
respiración sin llegar a matarla, torturarla de muchas maneras, mutilarla.
Algunos sádicos llegan a matar a la víctima y otros se limitan a humillarla.
La
persona que ejerce el sadismo puede violar o no a la víctima. También puede
masturbarse sin llegar a penetrarla o penetrarla con objetos. En ocasiones el
solo acto de la violación implica sadismo sexual.
Además
de todo lo expuesto, no podemos pasar por alto otros aspectos importantes
relativos al sadismo, tales como estos:
-Viene
a ser una parafilia negativa en tanto en cuanto produce daños a terceros.
-Según
los estudios llevados a cabo al respecto, se ha podido demostrar que, tras
estudiar el cerebro de los sádicos, esos cuentan con una sensibilidad muy
elevada respecto a lo que es el dolor de los demás. En concreto, a esa
conclusión se ha llegado después de comprobar cómo se activaba la amígdala, que
procesa las reacciones a lo que son las emociones, en los cerebros de dichos
individuos cuando veían imágenes de sufrimiento y violencia.
-Hay
muchas personas que practican el sadismo con sus parejas, porque así lo acuerdan
ambas partes y así lo aceptan. No obstante, es importante que adopten ciertas
precauciones e impongan ciertos límites ya que existen algunas acciones que
directamente pueden ser muy peligrosas y causar desde graves daños a uno de los
dos como incluso la muerte. Nos estamos refiriendo a acciones tales como dar
una paliza, llevar a cabo una violación, aplicar descargas eléctricas, realizar
una tortura, intentar estrangularla…
-Se considera que hay una
serie de trastornos que se asocian con cierta frecuencia a lo que es el
sadismo. Nos estamos refiriendo al trastorno depresivo, al trastorno
antisocial, al trastorno de la personalidad narcisista…En algunos casos,
podemos establecer que, además de todo lo expuesto, también se puede asociar a
lo que es el consumo de sustancias psicoactivas.
Comportamientos sádicos
La persona trata de dominar
y de tener poder sobre otra, pero no para destruirla sino para conservarla a su
lado.
En las personas tanto los
comportamientos masoquistas y sádicos van oscilando en el tiempo, estos
comportamientos masoquistas están presentes en las relaciones de pareja y son
consideradas como expresiones de amor, los comportamientos sádicos son
considerados como expresiones de celos y obsesión con la pareja.
Así que ahora, podemos
reflexionar sobre nosotros y cuestionarnos si preferimos la libertad individual
y hacer frente a la soledad o bien preferimos someternos a alguien o manipular
a un tercero con tal de no encontrarnos solos.
El sadismo es un
trastorno de la personalidad caracterizado por un patrón de conducta cruel,
desconsiderado y agresivo hacía los demás con el fin de dominar la relación,
emplea la humillación y el castigo y disfruta con el sufrimiento ajeno. Miente
y atemoriza con la intención de conseguir sus fines. Los patrones de
pensamientos son la desconfianza, el estar en su derecho, la crueldad reactiva
y la necesidad de control del entorno.
El tratamiento se enfoca en el manejo de
la ira, control de la frustración (puede servir la relajación),
desensibilización a situaciones que provocan ira, tratamiento de los
pensamientos distorsionados sobre el comportamiento agresivo como forma de
respuesta para conseguir nuestros fines.